Me han herido tantas veces que ya no confío en el amor


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Sí, es posible. Puede que ahora mismo pienses que es mejor no volver a confiar en nadie. Que tus relaciones pasadas terminaron en fracaso y que ya han sido bastantes malas experiencias como para volverlo a intentar. Que la soledad del día a día, es mejor que la incertidumbre y el temor a volver a ser heridos.

Si piensas esto, intenta valorar con objetividad los puntos que ahora te señalamos. No perdemos nada por pensar en estas dimensiones durante unos momentos…

1- Para volver a confiar en una persona, lo primero es confiar en ti mismo/a. ¿Es que no tienes derecho a ser feliz, no te mereces quizá vivir buenos momentos y compartir la experiencia del día a día con otra persona? El primer paso es sentirte pleno, satisfecho y feliz contigo mismo. «Yo me gusto como soy, me gusta ese rostro que veo cada mañana y me siento satisfecho con la vida que llevo ahora». Todos estos conceptos son los que dan fortaleza a nuestras raíces. Una buena autoestima y una buena auto-confianza siempre nos hará más fuertes frente al dolor. Si yo sé lo que quiero, sabré ver de inmediato esos indicios en la otra persona que sé que no me combienen, que sé que pueden hacerme daño. «Yo me quiero a mi mismo y vuelvo a elegir a otra persona para quererla también, para crecer con ella pero manteniendo en todo momento mi equilibrio».

2. Escucha tus necesidades. Solo tú sabes en qué momento te encuentras ahora. Solo tú sabes cuál es tu pasado y el modo en que te han hecho daño. Y toda herida requiere un proceso de cicatrización, lo sabemos. De ahí que sea básico el que sepas escucharte, el que veas cuáles son tus necesidades en cada momento.

Es imprescindible que recuperemos nuestro amor propio, que reconstruyamos todo aquello que está a nuestro alrededor. Puede que sientas que, ahora, es mejor estar solo/a, disfrutar de tus amigos y de tu familia. No hay prisa. Poco a poco empezaremos a mirar a nuestro alrededor con las heridas más cerradas, con el corazón más abierto y la mente más despejada. La confianza llegará poco a poco y con pasos sigilosos, será el momento pues de lanzar el lastre de nuestros miedos para abrazar lo desconocido. 

Fuente: lamenteesmaravillosa.com

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